| Tras la decepción de Copenhague, delegados de 182 países quieren darle un nuevo impulso al tema.
Por estos días de verano, Bonn (Alemania), la que fue capital de la extinta República Federal Alemana, la cuna de Beethoven y uno de los tantos puertos sobre el río Rhin, es a simple vista una ciudad tranquila. Aquí no hay mucho espacio para el estrés.
Sus habitantes, la mayoría estudiantes universitarios ya en vacaciones, se les ve andando en bicicleta o en carros último modelo con la música a todo volumen.
En general, la gente solo quiere descansar, caminar o trotar, pero sobre todo, tomar el sol que se oculta un par de horas antes de la medianoche.
No hay, aparentemente, nada que altere la cotidianidad de sus calles, tan pulcras que siempre parecen recién hechas. Pero todo es muy diferente dentro del hotel Maritim, uno de los más grandes de la ciudad y donde delegados de 182 países están empeñados en darle un nuevo impulso a los tan anhelados acuerdos sobre el clima, durante la Conferencia de las Naciones sobre Cambio Climático, que se organiza aquí después de seis meses de la decepción de Copenhague (Dinamarca).
La ONU busca en Bonn resucitar el ritmo de las negociaciones para que estas permitan lograr un acuerdo mundial vinculante en torno a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hay una razón de peso: la humanidad no puede permitir que la temperatura promedio del planeta aumente por encima de los dos grados centígrados, lo que generaría una tragedia sin precedentes sobre los ecosistemas antes de 50 años.
Ese aumento ya llegó a los 0,8 grados centígrados y se intensificó en las últimas tres décadas, no como una reacción natural del globo, sino como consecuencia de las actividades humanas, entre ellas el uso masivo de automóviles, la tala y la quema de combustibles fósiles como carbón y petróleo para generar energía.
Las conversaciones en terreno alemán tienen dos preocupaciones, transmitidas ayer en conferencia de prensa por el presidente de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el holandés Yvo de Boer, quien se mantendrá en su cargo hasta el último día de junio.
La primera es comenzar a preparar un temario serio y con objetivos claros de reducción de emisiones que pueda ser llevado a Cancún (México), en diciembre, para que sea firmado durante la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 16), equivalente a Copenhague 2009. Este sería la base de un nuevo protocolo como el de Kioto, que expira en el 2012. Sin embargo, De Boer es pesimista y cree que esto no será posible antes de dos años.
Y además, ubicar el dinero prometido por los países desarrollados para ayudar a las naciones pobres a reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global (mitigación) y que resulta clave para que estas mismas naciones puedan adaptarse a los cambios climáticos que aumentan las probabilidades de desastres (adaptación).
Al término de la reunión de Dinamarca a finales del 2009, Estados Unidos, la Unión Europea y Australia prometieron entregar US$ 30.000 millones durante los próximos tres años para ayudar a los países en desarrollo a mitigar los efectos del cambio climático. También anunciaron la creación de un fondo -financiado por los países ricos- de US$100.000 millones para 2020.
Sin embargo, en Bonn se trabaja para aclarar de dónde provendrá el dinero, cómo se entregará y cuáles serían las naciones beneficiadas. Las discusiones en torno a esto no paran, pero tampoco dan resultados.
Tanta es la incertidumbre que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) está haciendo una votación entre los asistentes para que digan cuándo creen que habrá humo blanco. Una de las respuestas sugeridas es "en la COP 134, a realizarse en la luna en el año 2128". No sería extraño, teniendo en cuenta que mientras los acuerdos demoran y se dilatan, el cambio climático sigue haciendo estragos.
El fenómeno climático en cifras
-Es muy probable que la temperatura promedio global del 2010 sea la más alta desde que se llevan registros, dice la Nasa.
-La Tierra ha estado 0,65 grados más caliente durante los últimos doce meses, en comparación con la temperatura media entre 1951 y 1980.
-La última década ha sido la más caliente registrada y el 2009 el segundo año más caliente en la historia.
- En Pakistán se registró la temperatura más alta del contiente asiáticó, la semana pasada: 53 grados centígrados, según la organización Climate Progress.
-Con un aumento de la temperatura promedio por encima de los 3 grados, 3 mil millones de personas vivirían con una oferta de agua limitada.
Por El Tiempo.com | | |
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